Terremotos: Los peores terremotos de la historia | Rincón del Vago

Los peores terremotos de la historia

Terremotos

El terremoto de Shaanxi de 1556: el más mortífero que se conoce

 

 

 

     Éste es el terremoto que más víctimas ha tenido en la historia reciente de la humanidad. Murieron aproximadamente 830.000 personas. Ocurrió cerca de Huaxian, en la región china de Shaanxi, en la mañana del día 23 de enero de 1556 y no se sabe con exactitud cuál fue su magnitud, pero se sitúa entorno a 8. Afectó a siete provincias cercanas, Anhui, Gansu, Hebei, Hubei, Henan, Hunan, Shandong , causando daños hasta una extensión de 430 km desde el epicentro. Los cronistas de la época relatan que el seísmo provocó que montañas y ríos cambiaran de lugar, los caminos desaparecieran y surgieran valles y acantilados. El temblor sísmico provocó el derrumbamiento de las casas. Los muros, templos y el suelo se hundieron tres metros, abriéndose en grandes fisuras. Se calcula que en las provincias más afectadas llegó a morir el 60% de la población.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     La gran cantidad de víctimas mortales se relaciona con el hecho de que la población afectada por el sismo, vivía casi en su totalidad en Yaodongs, casas excavadas en las paredes de acantilados de loes, una roca de origen sedimentario. El área de la Meseta de Loes se caracteriza por suelos formados a través de miles de años con los depósitos de arena del Desierto de Gobi. Se trata de una roca sedimentaria muy blanda, proclive a la erosión del viento y el agua. Éstas casas excavadas en el loes no pudieron aguantar las presiones a las que el terremoto las sometió.


 


El terremoto de Lisboa de 1755: el nacimiento de la sismología moderna



     El sábado 1 de noviembre de 1755, día de Todos los Santos, amaneció como cualquier otro en la capital de Portugal. A las 10 de la mañana, muchos de sus 275.000 habitantes se encontraban en la iglesia. En ese momento, se sintió el primer temblor, dando comienzo al desastre que acabaría con la vida de 70.000 personas, uno de los peores terremotos de la historia.


     La responsable fue la placa de Azores-Gibraltar, que marca la frontera entre las placas Africana y Euroasiática y se mueve hacia el oeste desde Gibraltar. Muestra un complejo y activo comportamiento tectónico y es la causante de varios sismos que ya habían afectado a Lisboa antes de aquel fatídico día.


     Hubo tres temblores, que duraron unos diez minutos en total. Aunque Lisboa fue la ciudad más dañada por el terremoto, no sólo afectó a Portugal. Sus efectos se sintieron también en el Norte de África y en el suroeste español, así como en Francia, Suiza y el norte de Italia. La oscilación del nivel del agua que se sintió incluso en Finlandia sugiere una magnitud de aproximadamente 9 en la escala Richter.


     En 1755, Lisboa era una de las ciudades más grandes y bellas de Europa. El 2 de noviembre, había perdido un cuarto de su población y la ciudad había quedado prácticamente destruida. Poco después del primer temblor, varios fuegos estallaron en diversas partes de la capital. Algunos consiguieron apagarse, pero mucha gente abandonó sus casas y el incendio se extendió durante cinco días. Muchos de los edificios que habían soportado el seísmo se quemaron hasta los cimientos. La gente buscó refugio en el mar y en los barcos amarrados en el río. Pero, treinta minutos después del sismo, un tsunami anegó el muelle y destrozó el malecón.  Un total de tres olas de una altura aproximada de tres metros golpearon la costa, arrastrando escombros y personas hacia el mar y dejando al descubierto grandes trechos del fondo del río.


    En las regiones costeras, el daño que causó este tsunami fue más desastroso que el causado por el propio terremoto. En España, afectó a las ciudades de Cádiz, Huelva y Sevilla. Ocasionó muchas muertes también en la costa oeste de Marruecos, desde Tánger a Agadir.  Cruzó el océano Atlántico, llegando a las Antillas por la tarde, donde el nivel del mar aumentó más de un metro.


     El primer ministro de Portugal por aquel entonces, el marqués de Pombal, organizó la reconstrucción de la ciudad y los edificios pombalinos se cuentan entre los primeros resistentes a sismos. También a él debemos el nacimiento de la sismología moderna y entender qué es un terremoto, pues fue el primer seísmo cuyos efectos sobre un área extensa fueron estudiados científicamente. Esto ocurrió porque mandó enviar una detallada encuesta a todas las parroquias inquiriendo acerca de su experiencia. Con todas estas respuestas, conservadas a día de hoy en el Archivo Histórico Nacional, se pudo reconstruir el desastre desde una perspectiva moderna.





     También tuvo implicaciones filosóficas y sociales. Para los filósofos ilustrados y teólogos europeos era difícil explicar tal manifestación de la cólera de Dios en un país cristiano, y en un día festivo además. Así, supuso un avance importante en la teodicea (disciplina filosófica que intenta conciliar la existencia del mal en el mundo con la de Dios) e influyó notablemente en pensadores como Voltaire o Inmanuel Kant.






Terremoto de San Francisco, 1906: el informe de Lawson y el inicio del estudio científico de los seísmos en Estados Unidos





    Uno de los terremotos más destructivos dela historia tanto en el aspecto humano como en el material tuvo lugar en San Francisco en 1906. Tuvo una magnitud de entre 7,5 y 8 grados en la escala Richter, y para muchos es considerado el precedente del denominado Big One. El conocido "Big One" supondrá uno de los peores terremotos de la historia que afectará principalmente a los EE.UU. Pero que no cunda el pánico, ya que los científicos prevén que este fenómeno no se producirá hasta dentro de 3000 años.

 

     En la madrugada del 18 de abril de 1906, la ciudad de San Francisco (California) despertó con uno de los sismos más destructivos de su historia, el cual provocó la muerte de más de 3.000 personas (según una revisión realizada en 2005), la destrucción de 28.000 edificios y la pérdida de sus hogares a más de 225.000 personas. La gente tuvo que ser evacuada por transporte marítimo y la mayoría vio como perdía a sus familiares, casas y negocios.


     Durante más de cuatro días un intenso incendió arrasó la ciudad de San Francisco, haciendo que los destrozos fuesen aún mayores. Fue tal la fuerza del terremoto que sus pérdidas económicas y materiales son estimadas en más de 400 millones de dólares (de aquella época). Además el seísmo no sólo afectó a San Francisco, sino que también afectó a otras ciudades y zonas cercanas con una menor magnitud según la escala Richter. Algunas de las ciudades afectadas por el histórico terremoto fueron Los Ángeles, San Juan Bautista, Eureka, Oregón y tan lejos como el centro de la Isla de Nevada.

     La hasta entonces desconocida falla de San Andrés destruyó y derrumbó gran parte de la ciudad de San Francisco, produciendo un fenómeno que hasta entonces era nuevo para científicos y geólogos. A principios del siglo XX los conocimientos sobre la tectónica de placas eran bastante escasos

Seguramente en la historia hayan existido muchos sismos de magnitudes mayores, pero la importancia del terremoto de San Francisco radica en que fue el punto de partida para el estudio de las causas de los terremotos y todo lo que les rodea. A partir de 1906 (año de la catástrofe), un grupo de hombres formado por catedráticos de geología y física comenzaron a celebrar una serie de reuniones con el fin de estudiar la geofísica del terremoto de la ciudad americana. El resultado de estos encuentros fue el “informe de Lawson”, nombrado así por el presidente de la Comisión, Andrew Lawson, la primera persona en identificar y nombrar la falla de San Andrés. Este informe fue clave en el conocimiento de la sismicidad de la falla y fue base para la formulación, tiempo después, de la “teoría del rebote elástico”, fundamental para entendimiento de los seísmos.

     A partir de este momento se empezaría a gestar lo que sería más tarde la United States Geological Survey (USGS), que quedaría totalmente establecida en noviembre de 1906 bajo el gobierno de George Davidson.

     En la actualidad dicha organización está presidida por Michael Fehler quien pretende seguir con los estudios e investigaciones sobre seísmos y movimientos sísmicos con el fin de que los daños en un futuro sean los menos posibles ya que cada vez es mayor el número de terremotos que los sismógrafos detectan en todo el mundo. Uno de sus principales objetivos es trabajar para "reducir su vulnerabilidad hacia el terremoto" a través de acuerdos con las distintas naciones y países afectados. Las distintas naciones aúnan sus esfuerzos para la mitigación, los estados de preparación y actividades de la respuesta de la emergencia e informan a la población sobre qué hacer en caso de terremoto.



El Gran Terremoto de Chile de 1960: el más fuerte jamás registrado

 

 

 

 

     También conocido como el terremoto de Valdivia, sucedió el domingo 22 de mayo de 1960, a las 15:11 de la tarde, hora local, con una magnitud de 9,5 en la escala sismológica de magnitud de momento y una duración de 3,5 minutos observados, y 14 minutos en su registro geológico. Es el mayor seísmo que se conoce. Su epicentro se situó en la ciudad de Valdivia. A consecuencia del seísmo se produjo un tsunami que afectó al océano Pacífico. La erupción del volcán Puyehue, dos días después y a 200 km, también se asocia con el sísmo.

 

     En los días anteriores se sucedieron una serie de movimientos sísmicos, principalmente el del 21 de mayo en Concepción de magnitud 7,75, que había alertado a la población de lo que podía suceder, por lo que se estima que el número de víctimas podía haber sido incluso mayor. Aún así el total de víctimas mortales superó los 1.655 y al menos 2 millones de personas damnificadas. La mayoría de las víctimas y los daños fueron a causa del gran maremoto que arrasó las costas de Chile desde Lebu a Puerto Aisen, con olas que alcanzaron los 11,5 metros de altura y se llevaron las casas tierra adentro hasta 3 km. También hubo víctimas mortales en otros países, 61 en Hawai, 138 en Japón y 32 en Filipinas por los efectos del tsunami.

 

     Chile se encuentra en una zona con una alta sismicidad y vulcanismo, conocida como el Cinturón del Pacífico. El temblor sísmico se debió al choque de la placa tectónica de Sudamérica y la placa tectónica de Nazca, con un violento movimiento de subducción de la de Nazca bajo la de Sudamérica de 40 metros, cuando normalmente lo hace a 8 cm al año. La longitud de ruptura de la falla se estimó en 1.000 km, desde Lebu hasta Puerto Aisen. Estos terremotos se calculan con una ocurrencia de 300 años, y se tiene constancia de terremotos similares en el s. XIV y XVI. La gran cantidad de energía liberada, equivalente a una bomba de 260 millones de toneladas de TNT, cambió la estructura de Tierra y movió el eje terrestre 3 centímetros. Los sismógrafos registraron ondas sísmicas en todas las partes de la Tierra durante días.

 

     La ciudad más afectada fue Valdivia, donde el 40% de las casas se derrumbaron, dejando más de 20.00 damnificados. El río Calle-Calle se desbordó e inundó la ciudad. En los minutos posteriores el mar se retiró y más tarde llegó el maremoto con un ruido enorme, llevando las embarcaciones tierra adentro. El puerto de Corral sufrió la embestida de las enormes olas que dejaron centenares de muertos y desaparecidos. Toda la costa se vio afectada por el tsunami que llegó a provocar más destrozos y víctimas que el propio terremoto. Los pueblos de Toltén, Puerto Saavedra y Queule, en la zona de Cautín, fueron arrasados. Parte de la población de las costas de Valdivia pudo huir a zonas altas antes de que llegase el maremoto, que arrastró las casas mar adentro. Sin embargo hubo gente que murió al intentar huir en embarcaciones hacia el mar, o recogiendo enseres recuperables en el intervalo de tiempo entre la bajada del océano y el segundo maremoto. Muchas de las poblaciones afectadas sufrieron además incendios.

 

     La tragedia podía haber sido incluso mayor ya que se produjeron tres desplazamientos de tierra que bloquearon el desagüe natural del Lago Riñihue hacia el Río San Pedro, con desembocadura en Valdivia y Corral. El nivel del lago subió alarmantemente, amenazando con reventar el tapón formado y verter un caudal de millones de toneladas de agua sobre la población de 100.000 habitantes. Para evitarlo Valdivia fue evacuada y se montó un operativo de ingeniería de emergencia que logró bajar el nivel del tapón y que el lago comenzara a vaciar lentamente mientras que se detenía el flujo de los ríos que alimentan el Riñihue con los lagos Panguipulli, Calafquén, Neltume y Pirihueico.



El terremoto de Tangshan, China, 1976: El segundo más mortífero





     Tangshan está situada en el norte de China, 150 km al este de la capital, Beijing, cerca de la costa. La región se encuentra en la unión de dos zonas sísmicas, la de Yan Shan y la de Candong. La actividad sísmica en esta zona es bastante común y relativamente alta.


     El terremoto de 1976 fue uno de los más grandes ocurridos en años recientes y, probablemente, el segundo más mortífero que se conoce. Es imposible saber esto con seguridad, puesto que hasta 3 años después del suceso no se hicieron públicos fuera de China datos al respecto. Probablemente nunca se conocerá con exactitud el número de víctimas, que oscilan entre 240.000 y 700.000.  Ocurrió el 28 de julio a las 3:42 de la mañana (hora local) y registró una magnitud de 7.5 en la escala Richter. Fue seguido de otro 15 horas más tarde, lo que dificultó el rescate de los supervivientes.


     A esas horas, la mayoría de la gente estaba durmiendo, ignorantes del desastre que estaba a punto de ocurrir. Cuando la tierra comenzó a temblar, algunos pudieron ponerse a salvo escondiéndose debajo de algún mueble, pero la mayoría estaban dormidos y no tuvieron tiempo. El seísmo entero duró aproximadamente entre 14 y 16 segundos. Una vez que terminó, los supervivientes salieron a las calles y empezaron a excavar entre los escombros intentando responder a las llamadas de socorro y encontrar a sus seres queridos. Buena parte del personal médico había fallecido y los centros de salud habían sido destruidos. No tenían agua, ni comida, ni electricidad. No podían esperar a que la ayuda les llegara, así que formaron grupos para buscar y ayudar a los heridos. De esta manera, un alto porcentaje de gente atrapada en los escombros pudo ser salvada. El temblor de 7.1 en la escala Richter  que se produjo ese mismo día por la tarde selló el destino de muchos otros.


     A pesar de la situación, el gobierno chino rechazó la ayuda internacional, incluso la que venía de entidades neutrales como Cruz Roja Internacional. Declaró que tenían suficientes medios y alentó al pueblo chino a resistir y salir adelante por ellos mismos.


     Aunque Tangshan estaba en una zona de actividad sísmica, los científicos chinos no creían que se pudiera producir un gran terremoto allí; así, los edificios no estaban construidos para soportarlo. Un 93% de los edificios residenciales y el 78% de los industriales fueron completamente destrozados. Sin embargo, la reconstrucción de la ciudad empezó enseguida y hoy es hogar de más de un millón de personas. Por esto es conocida como “Brave City of China”.





 

El terremoto de Turquía 1999: la peligrosa falla de Anatolia del norte





 


     Ocurrió a las 3:01 de la madrugada del 17 de agosto de 1999, hora local. El epicentro se sitúo a 11 kilómetros al sureste de la ciudad de Izmit, en el sistema de fallas del norte de Anatolia. Duró 37 segundos y tuvo una magnitud de 7,6 en la escala Richter. El temblor sísmico causó además un tsunami en el mar de Mármara que formó una ola de 3 metros de altura.

 

 

     Las cifras oficiales alcanzan las 17.127  víctimas mortales, y alrededor de medio millón de personas sin hogar, aunque el total se incrementa si se tienen en cuenta a las personas que en el siguiente invierno murieron a causa de las condiciones de frío y pobreza, ya que estaban viviendo en la calle en pésimas condiciones. La ciudad de Izmit fue gravemente dañadas con pérdidas económicas que se estiman entre 2 y 6.5 millones de dólares en las ciudades de Estambul, Kocaeli y las provincias de Sakarya.

 

     El seísmo originó al menos 60 kilómetros de superficie de ruptura y levantamientos del suelo de 2,7 metros. Afectó gravemente a las zonas industrializadas y  densamente pobladas de las áreas urbanas del país, incluyendo refinerías de petróleo, fábricas de automóviles, e incluso los centros de comandancia de la armada turca y su arsenal en Gölcük  El movimiento sísmico provocó el colapso de una torre de una refinería de petróleo en Tüpras, que estuvo ardiendo durante varios días en un devastador incendio, y obligó a evacuar a la población cercana. El estado de emergencia fue tal que a los soldados turcos tuvieron un permiso de 45 días para que ayudaran a rescatar a sus familiares. En Estambul el distrito más dañado fue el de Avcilar, ya que se encuentra encima de la línea de la falla que se extiende hasta el mar de Mármara, y cuyos edificios se construyeron sobre la arena de playa, lo que los hacía especialmente vulnerables a los terremotos

 

     La reacción de la ayuda internacional fue masiva y muy rápida. Desde distintos países se enviaron equipos de rescate, tiendas de campaña, helicópteros, ayuda médica y de primera necesidad. Las prioridades eran rescatar a personas sepultadas entre los escombros a contrarreloj, enterrar a las víctimas mortales con la mayor rapidez posible en fosas comunes para evitar la  diseminación de enfermedades, y asistir a los heridos y personas que se habían quedado sin hogar. La asistencia a los supervivientes fue realizada por distintas ONGs con una gran presencia de la Cruz Roja y Luna Roja Internacional. Desde España acudieron además de Cruz Roja, Médicos Sin Fronteras y Cáritas.

 

     La ruptura de la falla lleva produciéndose desde 1939 y algunos científicos opinan que, siguiendo esta pauta, a la pregunta ¿Dónde y cuándo será el próximo terremoto? habría que responder: no dentro de mucho tiempo, en Estambul.



Terremoto del Océano Índico de 2004: el Tsunami más destructor

 

 

 

 

 

 

     Conocido por la comunidad científica como el terremoto Sumatra-Andamán, y en el mundo anglosajón como el "Boxing Day Tsunami", tuvo lugar el domingo 26 de diciembre de 2004, a las 07:58 de la mañana, hora local, con epicentro submarino en la costa oeste de Sumatra del norte, Indonesia. Éste es uno de los mayores temblores sísmicos desde 1900, con una magnitud de 9,1 grados en la escala sismológica de magnitud de momento, y una duración entre 8 y 10 minutos. En total murieron o desaparecieron 227.898 personas, y sobre 1,7 millones de personas fueron desplazadas por el terremoto o por los daños provocados por el tsunami que llegó a formar olas de hasta 30 metros. Se considera el noveno desastre natural más mortal de la historia moderna de la humanidad. Afectó a 14 países del sur de Asia y el este de África, pero principalmente a Aceh, Indonesia, Sri Lanka, Tailandia, Singapur y las Maldivas.

 

      La causa del devastador seísmo fue un megatemblor marino que ocurrió por el enfrentamiento de la placa tectónica de la India, con la placa tectónica de Birmania que lleva a Sumatra y otras islas sobre ella. Las placas tectónicas de la India y Australia se mueven en dirección norte respecto a la placa de Eurasia con velocidades de 60 mm al año, causando que la primera se coloque bajo la segunda en un movimiento de subducción. La región del norte de Sumatra también se ve afectada por movimientos en el conocido como Cinturón de Fuego del Pacífico, que incluye en esa zona a Nueva Guinea, Sumatra, Java, Bali, Flores y Timor. Las presiones y tensiones generadas hicieron que el suelo del Océano Indico se desplazará unos 15 metros hacia Indonesia. La longitud de la ruptura de la falla alcanzó los 1.200 kilómetros.

 

     El fondo del mar se desplazó, generando una onda oceánica de pequeña amplitud pero gran longitud de onda (muy ancha) que creó un frente que se propagó hacia la costa y que afectó y se movió a través del Océano Índico, llegando a Indonesia y Tailandia en el transcurso de una hora, a Sri Lanka e India en las cuatro horas siguientes, y finalmente hasta zonas tan alejadas como el este de África, a Somalia, en siete horas. Concretamente en Sudáfrica murieron 8 personas por los altos niveles de las fuertes olas. En el tsunami de Sumatra el frente tenía forma elíptica, unos 100-200 km de ancho y unos 1300 km de largo. Las olas no se habrían percibido en el océano abierto, pero al llegar a las aguas costeras que son menos profundas, se incrementó en altura hasta varios metros destruyendo la costa hasta 5 kilómetros tierra adentro

 

 

 

     La población de las costas afectadas por el maremoto no pudo reaccionar a tiempo debido a que no existían sistemas de alarma por terremotos ni tampoco de evacuación. Las agencias de ayuda humanitaria que trabajaron sobre las zonas afectadas informaron de que al menos una tercera parte de las víctimas eran niños. Esto es debido a la gran población de niños en las regiones afectadas y a que los niños no son capaces de resistir el golpe de las olas y el agua. Las mujeres también fueron otro sector de la población muy afectado, ya que muchas de ellas estaban esperando en la playa a sus maridos pescadores o cuidando de los niños en las casas. Aparte de las víctimas locales hubo un gran número de víctimas extranjeras, más de 9.000 turistas, en su mayoría europeos, que estaban disfrutando de las vacaciones de navidad. La nación europea más afectada fue Suecia, con un total de 543 muertos.

 

 

     En las horas posteriores a la catástrofe se declaró el estado de emergencia en Sri Lanka, Indonesia y las Maldivas. El envío de ayuda logística y humanitaria fue inmediato. Se necesitaron una gran cantidad de esfuerzos, debido a la destrucción de las infraestructuras, la escasez de agua y alimento, el peligro de propagación de enfermedades y el daño económico. Una de las prioridades de las organizaciones humanitarias y agencias de gobierno fue proveer facilidades sanitarias y agua potable para evitar enfermedades como el cólera, disentería, tifus, hepatitis A y B, etc. Así mismo fue necesario enterrar los cuerpos rápidamente. El Programa Mundial de Alimentos, World Food Programme, proveyó ayuda alimenticia a más de 1,3 millones de personas afectadas. En total las naciones de todo el mundo que colaboraron aportaron sobre 7 billones de dólares americanos en ayuda para las regiones devastadas.

 

     Aparte de todas las pérdidas humanas, el tsunami también impactó sobre el medioambiente de las zonas afectadas causando severos daños en los ecosistemas marinos, manglares, arrecifes de coral, bosques, costas, vegetación, dunas de arena, formaciones rocosas y toda la biodiversidad animal y vegetal. Las aguas subterráneas se encuentran salinizadas y contaminadas por los residuos químicos de la industria.

 

 

El terremoto de Haití de 2010: una de las mayores catástrofes humanitarias

 

 

 

 

     El terremoto de Haití ocurrió el 12 de enero de 2010 a las 16:53 de la tarde, hora local, con una magnitud 7.0. El epicentro se situó tierra adentro, cerca del pueblo de Leogane, a 15 kilómetros de Puerto Príncipe, la capital de Haití. También se registraron una gran cantidad de réplicas, 52 en los 12 días siguientes, algunas incluso alcanzaron los 5,9 grados de intensidad. Se trata del más fuerte registrado en la zona desde 1770. El sismo se sintió en Cuba, Jamaica y República Dominicana.

 

     Se calcula que el número total de víctimas mortales alcanza la tremenda cifra de  222.570. El número de heridos se sitúa entorno a los 250.000 y millones de personas sin hogar. La tragedia fue tan grande que se considera una de las catástrofes humanitarias más graves de la historia. Las zonas más afectadas son las de Puerto Príncipe y Jacmel. Muchos de los edificios emblemáticos de la ciudad se derrumbaron o quedaron muy dañados. Entre ellos se incluyen el Palacio Presidencial, el edifico de la Asamblea Nacional, la Catedral de Puerto Príncipe, o el edificio de la ONU.

 

     La movilización de la ayuda humanitaria fue rápida y toda la comunidad internacional respondió a la catástrofe de Haití con el envió de ayuda humanitaria, promesas de fondos económicos para la reconstrucción, equipos de rescate, personal médico para la atención de los heridos, equipos de ingenieros y personal de apoyo logístico. Los sistemas de comunicación por tierra, aire y mar, así como los hospitales y redes de electricidad se encontraban muy dañados por el terremoto dificultando el acceso a la ayuda. El tráfico aéreo se congestionó causando momentos de auténtica tensión al priorizarse la llegada de unos vuelos sobre otros. Mientras en Puerto Príncipe las morgues se llenaron. Durante varios días los cuerpos se amontonaron en las calles y fue necesario enterrar a varios cientos de miles de personas en fosas comunes. Los retrasos en la llegada de los víveres, agua y ayuda a los heridos, provocó disturbios con episodios de violencia y saqueos. Muchos de los heridos fueron desplazados a la República Dominicana y Santo Domingo para ser atendidas en los hospitales.

 

     Haití se encuentra situada en una zona sismológicamente activa, que ya ha sufrido otros seísmos considerables a lo largo de su historia, como el de 1751, el de 1770, que devastó Puerto Príncipe por completo y el de 1841 que destruyó la ciudad Cabo Haitiano, el norte de Haití y la República Dominicana. Pero no hay que retroceder tanto en el tiempo, puesto que en 1946, un terremoto de magnitud 8.0 registrado en República Dominicana produjo un tsunami que mató a 1.790 personas. Ésta serie de temblores sísmicos tienen su origen en la Falla de Enriquillo que comparte la mitad del movimiento relativo entre la placa de América del Norte y las placas tectónicas del Caribe, con la falla Septentrional Oriente, que recorre el lado norte de la isla La Española. Ambas fallas se encuentran y se unen al oeste de la Fosa de las Caimán. La falla de Enriquillo se mueve unos 20 mm al año. Los estudios sismológicos revelan que posiblemente se produzcan más terremotos en los próximos años.

 



Terremoto de Chile, 2010: el segundo más fuerte en el país




  


     El seís mo que se produjo el sábado 27 de febrero a las 3:30 am hora local dejó al menos 528 muertos, muchos heridos y más de 500.000 casas dañadas en la zona de Concepción – Valparaíso. Sus efectos se sintieron en Chile y Argentina, así como también en partes de Bolivia, sur de Brasil, Paraguay, Perú y Uruguay. Alcanzó 8.8 en la escala sismológica de magnitud de momento y según el USGS su epicentro se localizó en el Mar Chileno frente a la costa de Maule, provocando también la aparición de tsunamis.    


     El terremoto se generó en el borde convergente entre la placa de Nazca y la Sudamericana. La ruptura de la falla empezó a un nivel muy profundo bajo la costa y se extendió hacia el oeste, el norte y el sur. Mientras se extendía, el deslizamiento de la falla provocaba los temblores. También afectó al fondo marino, provocando el tsunami.


     Debido a esta frontera de placas las costas chilenas tienen una larga historia de terremotos, como el que se produjo en Valdivia en 1960, y que tiene el dudoso honor de ser el seísmo más fuerte registrado con un sismógrafo, alcanzando los 9.5 en la escala sismológica de magnitud del momento.


     Las zonas más afectadas por el terremoto fueron las regiones chilenas de Valparaíso, Metropolitana de Santiago, O\'Higgins, Maule, Biobío y La Araucanía, que acumulan más de 13 millones de habitantes, cerca del 80% de la población del país.


     Un tsunami impactó en las cosas chilenas, a pesar de que el Gobierno había manifestado que no había riesgos. La isla más afectada fue la de Robinson Crusoe, una de las tres que forman parte del archipiélago Juan Fernández, a 670 km de la costa de Valparaíso, que sufrió una ola de 15 metros. Un error de la armada chilena en la previsión dejó a esta isla con un saldo de 8 muertos y 14 desaparecidos al afirmar que no había tsunami. La marejada llegó hasta la isla de Pascua, a 3500 kilómetros de las costas chilenas en el Pacífico sur, donde no hubo que lamentar daños al haber sido previamente avisados. Aunque se temió que el tsunami pudiera tener consecuencias catastróficas en el Pacífico, afortunadamente no fue así, y apenas llegaron olas a las costas de Japón y Australia.


     El seísmo produjo una redistribución de la masa de la tierra. Según científicos de la NASA, un cambio en la rotación del planeta habría acortado la duración del día terrestre en 1.26 microsegundos. También provocó que el eje terrestre se moviera unos 8 centímetros. Por comparación, y usando el mismo modelo para realizar los cálculos, se estimó que el terremoto de magnitud 9.1 de Sumatra habría acortado la longitud del día en 6.8 microsegundos y movido el eje terrestre unos 7 centímetros.


     Como es habitual, casi inmediatamente después del temblor principal comenzaron a sentirse las réplicas. Para el 3 de marzo, ya se habían contabilizado más de 203 réplicas que superaban los 4,9 grados de magnitud. El 11 de marzo se produjo otro sismo. Aunque en un principio se creyó que era una réplica, se determinó que era un evento independiente. El seísmo con epicentro en el fondo marino se originó por una ruptura de placas mientras que el posterior, con epicentro en tierra firme a 9 kilómetros de la costa lo hizo por un proceso normal de subducción entre las placas de Nazca y Sudamericana. Se sintió a las 11:39 (hora local) y afectó a las mismas zonas que el anterior. Alcanzó una magnitud de 6,9.

 




Terremoto de Yushu, China, 2010: Sólo dos años después del sismo que asoló Sichuan





       El seísmo ocurrió el miércoles 14 de abril a las 7 de la mañana (hora local) en el sur de la provincia china de Qinghai como resultado de un deslizamiento horizontal al este de la placa Tibetana. Sucedió varios cientos de kilómetros al norte de la frontera entre las placas de India e Eurasia, donde la placa India se mueve hacia el norte con respecto a la de Eurasia a razón de aproximadamente 46 mm al año. En esta región la placa Tibetana se extiende y traslada en dirección este sureste en una amplia zona. Basándose en la localización, profundidad y tensor momento sísmico, el seísmo de la provincia de Qinghai refleja la interacción de estas fuerzas tectónicas, dominadas aquí por el movimiento en dirección sur de la falla de Yushu. El epicentro se situó a 30 km de la ciudad de Gyêgu, en tierras cercanas a la comunidad del Tíbet, y a unos 240 km de Qamdo, en una zona escasamente poblada en la placa Tibetana en la que hay sismos regularmente. El terremoto fue precedido por una sacudida previa y fue seguido de varias réplicas, cuatro de ellas con una magnitud superior a 5, incluyendo una de 5.8 a 4 km de profundidad el 14 de abril.


     El temblor, de 7,1 grados de magnitud en la escala de Richter, devastó la prefectura autónoma tibetana de Yushu, situada a casi cuatro mil metros de altitud sobre el nivel del mar, y limítrofe con la región autónoma del Tíbet, con un 97 por ciento de su población perteneciente a esa etnia. Debido a esta altitud, se complicaron las tareas de rescate, puesto que no todo el personal que acudía estaba acostumbrado y las temperaturas caen por debajo de 0ºC por las noches.

     El área más devastada, situada sobre la falla activa de Xianshuihe, registró en cinco días más de 1.200 réplicas, un fenómeno habitual cuando se produce un sismo de tal magnitud.


     En Qinghai se informó de daños materiales sin víctimas en los condados de Zadoi, Nangqên y Oumarleb en la Prefectura de Yushu. Al menos 11 colegios fueron destruidos en el terremoto. Alrededor del 85% de los edificios en Gyegu, la mayor parte hechos de madera y adobe, fueron destruidos, dejando a cientos de personas atrapadas y a miles sin casa.


     Debido a lo accidentado del terreno y a que los deslizamientos de tierra habían destruido la infraestructura local, las operaciones iniciales de rescate fueron llevadas a cabo por la policía militar y el Ejército Popular de Liberación.


     El 21 de Abril fue declarado día nacional de luto. Los periódicos se imprimieron en blanco y negro y las websites más importantes cambiaron su página de inicio a blanco y negro para reflejar el duelo.


     Este seísmo se produjo sólo dos años después del de 7.9 de Wenchuan (Sichuan) el 12 de mayo de 2008, que ocurrió en el margen de la placa Tibetana, en contraste con el de Yushu, que ocurrió en el interior. Causó más de 80.000 muertes y desapariciones.




Tsunami devastador en 2011



     El 11 de marzo de 2011, un terremoto de magnitud 8,9 azotó las costas de Japón desencadenado un tsunami, con 15.845 muertos y 3.380 desaparecidos. El avasallador tsunami provocó además la peor catástrofe nuclear, tan sólo por detrás de Chernobyl, al causar fallas en el sistema de la central nuclear de Kukushima 1 que terminaron por convertir a la localidad aledaña en un pueblo fantasma y que sigue afectando a Japón




El terremoto de Nepal, 2015



     25 de abril de 2015: Nepal sobrevive a un terremoto de 7,8, cuyo epicentro se produce a menos de 80 kilómetros de la capital Katmandú. La cifra de personas que perdieron la vida ascendió a más de 8.000, de las cuales 366 están desaparecidas, según el Centro Nacional de Operaciones de Emergencia del país. Apenas unas semanas después, el 12 de mayo de ese mismo año, un sismo de 7,3 volvió a sacudir la región dejando por lo menos 125 personas muertas en Nepal, India y el Tíbet.




Terremoto arrasa con Pakistán y Afganistán, 2015



     El 26 de octubre del 2015, más de 399 fallecierom víctimas del fuerte temblor que golpeó Afganistán, Pakistán y el norte de India.

     El servicio geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) afirmó que se trató de un terremoto de magnitud 7,5 con origen a 196 kilómetros de profundidad en la provincia de Badakhshan, al norte de Afganistán, en el macizo montañoso de Hindu Kush.

     El Departamento Meteorológico de Pakistán cifrò la magnitud en 8,1.

     En Pakistán, al menos 206 personas murieron y 1.381 resultaron heridas. La provincia de Khyber Pakhtunkhwa, fronteriza con Afganistán, fue la zona más golpeada en territorio paquistaní con 162 muertos y 1.217 heridos, informó hoy en un comunicado la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA) de Pakistán.




Terremoto de Ecuador en 2016



     Un total de 602 personas murieron víctimas de un fuerte terremoto de magnitud 7,8 registrado el 20 de abril en la provincia de Manabí, en el noroeste de Ecuador.

     La cifra oficial de muertos se elevó a los 673, más otros miles desaparecidos, que nuca fueron encontrados, por otra parte, las autoridades del país sudamericano informaron que más de 25 mil personas se quedaron sin hogar.

     Cientos de trabajadores de emergencia llegaron desde Colombia, México, El Salvador, España y otros países.

     Es considerado una de las más grandes emergencias sanitarias de todos los tiempos, decenas de miles de personas se quedaron sin servicios de agua potable.




Otra vez el 19 de septiembre, 2017



     22 años después del que un terrible terremoto sacudiera a México, el 19 de septiembre del 2017, un nuevo siniestro cimbró al país latinoamericano.

     El terremoto se produjo a las 13:14:40 horas, hora local, del martes 19 de septiembre de dicho año. Tuvo una magnitud de 7.1 Mw. Su epicentro se localizó 12 km al sureste de Axochiapan, Morelos, según el informe especial preliminar del Servicio Sismológico Nacional de México.910 El Servicio Geológico de los Estados Unidos ubicó el epicentro a un kilómetro de San Felipe Ayutla, Puebla.

     Este temblor dejó cuantiosos daños en los estados del centro del país, a lo que algunas firmas independientes han cifrado las pérdidas entre US$4.000 y US$8.000 millones.12 Principalmente dejó más daños en la Ciudad de México, ya que es la entidad donde se concentró el mayor número de víctimas mortales debido a la densidad de población y la estructura del subsuelo que amplifica las ondas sísmicas, debido a que la ciudad se encuentra sobre el suelo fangoso de lo que alguna vez fue el lago de Texcoco.

     El número oficial de víctimas mortales fue de 357 y hubo más de 3 mil heridos, sin embargo, hasta le fecha hay vientos de personas desaparecidas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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