Huracanes: Qué es la escala Saffir-Simpson | Rincón del Vago

Qué es la escala Saffir-Simpson

Huracanes

     La escala de medición de huracanes es el método más fiable que conocemos para saber la intensidad que van a tener los huracanes. Se denomina Escala Saffir-Simpson por los apellidos de los científicos que la desarrollaron y se usa para los huracanes, principalmente en el continente americano, que exceden las intensidades de las tormentas y depresiones tropicales. Esta escala de huracanes se divide en cinco categorías que indican los daños que pueden provocar los peores huracanes en función de la velocidad de los vientos y la presión atmosférica. La categoría 1 es la más leve y la categoría 5 la más destructiva de esta escala de huracanes.


     Los servicios meteorológicos se encargan de calcular la categoría que alcanzarán los huracanes y de realizar las previsiones para los próximos años.


                                              


Escala Saffir-Simpson


     En el año 1969 las Naciones Unidas (UN, ONU) encargaron un estudio sobre los daños que los huracanes producían en las casas de construcción barata. Los científicos encargados de la investigación fueron el ingeniero Herbert S. Saffir y Robert Simpson, director en aquella época del Centro Nacional de Huracanes. Estos dos hombres desarrollaron una escala que explica los daños que pueden provocar los huracanes según la velocidad máxima del viento y la presión atmosférica.

     La escala de huracanes desarrollada por Saffir y Simpson va desde huracanes de categoría 1 a huracanes de categoría 5. Los huracanes de las categorías 3, 4 y 5 son considerados los peores huracanes. Los huracanes de las categoría 1 y 2 también pueden provocar grandes daños, dependiendo de las causas de los huracanes que los produzcan y de los fenómenos atmosféricos que interactúen con ellos, el tipo de región afectada y la velocidad de desplazamiento del huracán. Esto se debe a que en la escala de huracanes Saffir-Simpson no se tienen en cuenta los niveles de precipitaciones, ni la ubicación geográfica o cercanía a áreas pobladas. También hay que considerar que un huracán pasa por dos categorías en la fase de formación, y que no están recogidas en la escala de huracanes Saffir-Simpson. Se trata de la "Depresión tropical", que es un sistema organizado de nubes y tormenta eléctrica con una circulación definida, y "Tormenta tropical", que es un sistema organizado de fuertes tormentas eléctricas con una circulación bien definida que muestra una forma ciclónica.

     Por eso siempre hay que informarse sobre qué hacer en caso de huracán y así elaborar un plan de emergencia en caso de huracanes, porque por muy suave que sea un huracán su fuerza puede sorprendernos. Por ejemplo, las inundaciones del huracán Katrina provocaron 11 muertos cuando aún era un huracán de categoría 1. Debemos estar preparados para los huracanes del futuro.

 

Escala de Huracanes – Categoría 1

  • Daños mínimos.
  • Vientos de 74 a 96 millas por hora. (64-82 nudos o 119-153 km/h).
  • Presión barométrica mínima igual o superior a 964 milibares.
  • Daños principalmente a árboles arbustos y casas móviles que no hayan sido aseguradas tal y como se recomienda en los planes de emergencia para huracanes. Destrucción parcial o total de algunos letreros y anuncios.
  • Marejadas de 4 a 5 pies sobre lo normal (1,5 metros)
  • Caminos y carreteras en costas bajas inundadas; daños menores a los muelles y atracaderos.
  • Las embarcaciones menores rompen sus amarres en áreas expuestas.

Escala de Huracanes – Categoría 2
  • Daños moderados.
  • Vientos de 96 a 110 millas por hora (83-95 nudos o 154-177 km/h).
  • Presión barométrica mínima de 950 a 964 milibares.
  • Daños considerables a árboles y arbustos, algunos derribados.
  • Grandes daños a casas móviles en áreas expuestas.
  • Extensos daños a letreros y anuncios.
  • Destrucción parcial de algunos techos, puertas y ventanas.
  • Pocos daños a estructuras y edificios.
  • Marejadas de 6 a 8 pies sobre lo normal (1,83 a 2,4 metros).
  • Carreteras y caminos inundados cerca de las costas.
  • Las marismas se inundan.
  • Las embarcaciones menores rompen amarras en áreas abiertas.
  • Se requiere la evacuación de residentes de terrenos bajos en áreas costeras.

Escala de Huracanes – Categoría 3

  • Daños extensos.
  • Vientos de 111 a 130 millas por hora (96 a 113 nudos o 178 a 209 kms.).
  • Presión barométrica entre los 930 y los 950 milibares.
  • Muchas ramas son arrancadas a los árboles. Grandes árboles derribados.
  • Anuncios y letreros que no estén sólidamente instalados son llevados por el viento.
  • Algunos daños a los techos de edificios y también a puertas y ventanas. Algunos daños a las estructuras de edificios pequeños. Casas móviles destruidas.
  • Marejadas de 9 a 12 pies (2,7 a 3,6) sobre lo normal, inundando extensas áreas de zonas costeras con amplia destrucción de muchas edificaciones que se encuentren cerca del litoral. Las grandes estructuras cerca de las costas son seriamente dañadas por la fuerza de las olas y los escombros flotantes.
  • Los terrenos llanos de 5 pies (1,52 metros) o menos sobre el nivel del mar son inundados por más de 8 millas (12,87 km) tierra adentro.
  • Posiblemente se requiera la evacuación de todos los residentes en los terrenos bajos a lo largo de las zonas costeras.


Escala de Huracanes – Categoría 4

  • Daños extremos.
  • Vientos de 131 a 155 millas por hora (114 a 135 nudos; 210-249 km/ hr).
  • Presión barométrica mínima de 905 a 930 milibares.
  • Árboles y arbustos son arrasados por el viento.
  • Anuncios y letreros son arrancados o destruidos.

  • Hay extensos daños en techos, puertas y ventanas. Se produ ce colapso total de techos y algunas paredes en muchas residencias pequeñas. La mayoría de las casas móviles son destruidas o seriamente dañadas. 
  • Se producen marejadas de 13 a 18 pies (4 a 5 metros) sobre lo normal.
  • Los terrenos llanos de 10 pies (3 metros) o menos sobre el nivel del mar son inundados hasta 6 millas (9,7 km) tierra adentro.
  • Hay grandes daños a los pisos bajos de estructuras cerca de las costas debido al influjo de las inundaciones y el batir de las olas llevando escombros.
  • Posiblemente se requiera una evacuación masiva de todos los residentes dentro de un área de unas 500 yardas (460 metros) de la costa y también de terrenos bajos hasta 2 millas (3,2 km) tierra adentro.


Escala de Huracanes – Categoría 5

  • Daños catastróficos.
  • Vientos superiores a 155 millas por hora (135 nudos o más de 249 km/h).
  • Presión barométrica mínima por debajo de 905 milibares.
  • Árboles y arbustos son totalmente arrasados por el viento con muchos árboles grandes arrancados de raíz.
  • Daños de gran consideración a los techos de los edificios.
  • Los anuncios y letreros arrancados, destruidos y llevados por el viento a considerable distancia, ocasionando a su vez más destrucción.
  • Daños muy severos y extensos a ventanas y puertas.
  • Hay colapso total de muchas residencias y edificios industriales.
  • Se produce una gran destrucción de cristales en puertas y ventanas que no hayan sido previamente protegidos, como recomienda el plan de emergencia para huracanes.
  • Muchas casas y edificios pequeños derribados o arrasados.
  • Destrucción masiva de casas móviles.
  • Se registran mareas muy superiores a 18 pies (5 metros) sobre lo normal.
  • Ocurren daños considerables a los pisos bajos de todas las estructuras a menos de 15 pies (4,6 metros) sobre el nivel del mar hasta más de 500 yardas (460 metros) tierra adentro.
  • Posiblemente se requiera una evacuación masiva de todos los residentes en terrenos bajos dentro de un área de 5 a 10 millas (8 a 16 km) de las costas.
  • Situación caótica.

     Los huracanes de categoría 4 y 5 suelen ser los peores huracanes  y entre ellos están algunos muy conocidos como el huracán Mitch o Katrina. Los nombres de estos huracanes han sido retirados de las listas de nombres por los terribles daños que provocaron.



Daños que producen los huracanes



     Cuando se produce un huracán, este lleva consigo otros peligros asociados como son:
  • Vientos huracanados
  • Inundaciones y fuertes lluvias
  • Marejadas ciclónicas
  • Tornados


Vientos huracanados
     Las ciudades costeras deben tener en cuenta la fuerza de los vientos huracados y la presión que generan a la hora de decidir si sus estructuras resistirán. Cuanto más aumenta el viento, más lo hace también la presión ejercida sobre los objetos. Esta presión aumenta con el cuadrado de la velocidad del viento, es decir, que si éste aumenta tres veces, la presión lo hará nueve. P uede provocar fallas en determinadas estructuras. Una vez que el huracán llega a tierra estos vientos se hacen más débiles al perder la energía del agua caliente del océano y por la fricción con la tierra.




Inundaciones y fuertes lluvias

     El viento arrastra el agua del océano a tierra y esto, sumado a la lluvia, puede provocar inundaciones de más de 50 cm a lo largo de 24 horas. Además, cuando el huracán toca tierra, suele producir de 10 a 15 pulgadas o más de precipitaciones. Si la tormenta es grande y se mueve lentamente, las precipitaciones pueden ser incluso mayores. La tormenta tropical Claudette produjo en 1979 45 pulgadas de lluvia, ocasionando daños por valor de más de $600 millones cerca de Alvin, Texas. Aunque las lluvias más intensas se producen en la línea de la costa, también podemos encontrarlas tierra adentro, generalmente entre 6 horas antes y 6 horas depués de que la tormenta llegue a tierra.

      Desde los años 70, estas inundaciones han sido las causantes de más de la mitad de las muertes asociadas a huracanes en Estados Unidos. El problema está en que pueden llegar a ciudades muy alejadas de la costa, que al no verse afectadas por los vientos huracanados no están preparadas para ello.


Regla general de la precipitación: para calcular la cantidad total de precipitación (lluvia) que puede esperarse de un sistema tropical, divida 100 entre la velocidad de avance de la tormenta expresada en millas por hora. Ejemplo: (100/Velocidad de avance = pulgadas aproximadas de lluvia).

Marejadas ciclónicas


     Se trata de un aumento en el nivel del mar que se ve empujado hacia la costa por la fuerza de los vientos que se arremolinan alrededor de la tormenta. Puede llegar a tierra hasta cinco horas antes de la tormenta y destruye las zonas costeras con poca elevación. En ocasiones mide varios metros de alto y muchas millas de ancho y es un fenómeno especialmente peligroso cuando coincide con la marea alta, como ya se vio con algunos de los peores huracanes de Estados Unidos como Katrina, Camille (1969, marejada ciclónica de 25 pies en Mississipi) o Hugo: se produjo la devastación total de las poblaciones costeras. En lo que fue el peor desastre natural sufrido hasta ahora por Estados Unidos, el huracán de Galveston en 1900, la mayoría de las más 6000 muertes fueron provocadas por la marejada ciclónica.
 
Tornados


     Se puede decir, en general, que cuanta más intensidad tenga el huracán, mayor serán las probabilidades de que produzca tornados. Cuando lleva los vientos tierra adentro, el aire golpea la tierra y los edificios, y esta fricción favorece el levantamiento. Usualmente, estos tornados producidos por el huracán son más débiles que aquellos que se producen en la Gran Llanura, aunque sus efectos, unidos a los fuertes vientos, pueden ser devastadores.
En Estados Unidos, son la causa del 10% de las muertes asociadas a huracanes. En la mayoría de los casos se producen dentro de las primeras 24 horas después de que el huracán tome tierra, excepto que coincidan con un frente frío; en ese caso, se producen dos o tres días después en zonas del interior. Se dan con más frecuencia por la mañana que por la noche porque el tornado necesita una fuente de calor.








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