Huracanes: Los peores huracanes de la historia | Rincón del Vago

Los peores huracanes de la historia

Huracanes

     Los daños que provocan los huracanes pueden ser catastróficos y destruir ciudades enteras. Dependiendo de la categoría que alcance en la escala de Saffir-Simpson el daño que provoque un huracán puede ser mayor o menor, aunque siempre hay que tomar precauciones y saber qué hacer en caso de huracán manteniéndonos en contacto con los servicios metereológicos de nuestra zona, que nos informarán de las previsiones y las alertas, si existe alguna.


      El daño del huracán se mide por el número de muertos, por la intensidad, por la presión y por las pérdidas económicas que sufre la región en la que se produce. Además las consecuencias de los huracanes pueden ser inundaciones y deslaves.


      Hablamos de los peores huracanes de la historia, tanto de la vertiente del Pacífico como de la vertiente del Atlántico, porque son los que mayores daños han causado.

      Los huracanes siempre han estado presentes y las causas que los provocan  han formado parte de leyendas ancestrales durante siglos. “Hurakán” era el dios maya de las tempestades y “Tifón” fue un dios griego que se enfrentó a Zeus.

      Hay huracanes que producen más daños que otros y debido a la gran devastación que pueden provocar se ha elaborado un plan de actuación en caso de huracanes.


     Para saber los daños que pueden causar los huracanes es conveniente conocer la escala de Saffir-Simpson  ya que los peores suelen alcanzar la categoría 5 de esta escala. Además, el nombre de estos huracanes devastadores suele eliminarse de las listas de nombres que se elaboran para los huracanes de los siguientes años.

      A continuación se muestran los huracanes más significativos de la vertiente del Atlántico y de la vertiente del Pacífico.

 

1780, El Gran Huracán

 

      El Gran Huracán, también conocido como el huracán San Calixto II, ocurrió del 10 al 16 de octubre de 1780 y es para la mayoría el huracán más destructivo de la historia en la cuenca atlántica, con el mayor número de víctimas mortales de los que tenemos datos. No se tiene constancia del nivel que adquirió, ni de la velocidad a la que soplaba el viento, pero las consecuencias de este huracán exceden ampliamente las consecuencias de otros ocurridos después en el Atlántico, también muy destructivos.

 

     El huracán azotó las Islas Martinica, San Eustaquio y Barbados posiblemente con vientos que superaban los 320 km/h (200 mph). Dejó a su paso la escalofriante cifra de 27.500 muertos. Muchas de las muertes ocurrieron en el mar, entre las flotas de navíos españoles y holandeses, pero especialmente entre franceses y británicos que se encontraban en el Mar Caribe debido a la Revolución Americana.

 

      La tormenta se originó en el Mar Caribe, al parecer en la zona de las islas de Cabo Verde, y tardó dos días en llegar a Barbados. Allí los relatos de la época cuentan que el viento era tan violento que gritando no se podían oír ni ellos mismos y que arrancó la corteza de los árboles antes de tirarlos. Todas las casas quedaron destrozadas

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      En Santa Lucía se sabe que una flota británica, que se dirigía desde Nueva York a las Indias Occidentales, perdió ocho naves de guerra, del total de 12 que habían zarpado. Muchos de los barcos que se encontraban en el puerto rompieron sus amarras y acabaron entrando en el pueblo. Uno de estos barcos destrozó el hospital. La isla fue devastada hasta tal punto, que un explorador británico enviado para calibrar los daños, pensó que un terremoto acompañó a la tormenta. En Martinica el terrible huracán causó 9.000 muertes, con una marejada ciclónica de 7,6 metros de altura. En San Eustaquio, hubo entre cuatro y cinco mil. Después de arrasarlas avanzó hasta Puerto Rico, La Española y Florida. La última vez que se observó fue el 20 de octubre en la Isla de Terranova, Canadá.



1900, Huracán Galveston


      El Huracán Galveston tuvo lugar en Texas, Estados Unidos, el 8 de septiembre del año 1900. Se estima que alcanzó vientos de 217 km/h , con una categoría 4 en la escala Saffir-Simpson. Causó grandes pérdidas en vidas humanas, que se calculan entre 6.000 y 12.000 personas. La cifra de los informes oficiales es 8.000, el 20% de la población total de la isla en aquella época, situando a éste huracán en el tercer puesto en número de muertos de los huracanes del Atlántico, por detrás del Gran Huracán de 1780 y el Huracán Mitch de 1998. En 1900 aún no se había puesto en práctica asignar al huracán un nombre de una lista, en la que se establecen los nombres de los huracanes de cada año en períodos de 6 años, por eso al huracán Galveston también se le conoce con otros nombres, como el Gran Huracán Galveston o la Inundación Galveston y, de manera local, como La Gran Tormenta o la Tormenta de 1900.



      En el año 1900 el punto más alto de la ciudad de Galveston solamente tenía 2,7 metros de altura sobre el nivel del mar. El huracán provocó una marejada ciclónica de 4,6 metros que literalmente arrasó la isla entera. La marejada golpeó y arrancó hasta los cimientos de los edificios haciéndolos añicos. Unas 3.600 casas fueron destruídas, creando un muro de escombros de cara al océano. Las pocas casas que lograron resistir son ahora mismo una atracción turística.


      Al igual que los severos daños en las construcciones de la ciudad, el total de víctimas mortales fue muy alto. Debido a que se destruyeron los puentes y las líneas de telégrafos, no llegaron noticias de la destrucción. A las 11 de la mañana del 9 de septiembre, uno de los pocos barcos que consiguieron persistir en el muelle de Galveston, el Pherabe, llegó a la ciudad de Texas, al oeste de la Bahía de Galveston, con seis mensajes desde la ciudad. Desde Texas se informó a William McKinley, presidente de los Estados Unidos, con un telegrama en el que se decía que la ciudad de Galveston estaba en ruinas y que se estimaban unas 500 víctimas mortales, algo que consideraron como una exageración del momento, y muy lejos de la realidad, pues el número total de víctimas mortales se calcula en un mínimo de 6.000 personas.


      Los ciudadanos de Houston conocían el tremendo poder destructor de los huracanes y rápidamente acudieron para proveer asistencia. Los rescatadores encontraron una ciudad totalmente asolada, donde la mayoría de las víctimas habían muerto ahogadas o golpeadas por la marejada ciclónica. Mucha gente murió más tarde atrapada entre los escombros de los edificios derruidos. Unas 30.000 personas se quedaron sin hogar. Los cuerpos eran tan numerosos que no era posible enterrarlos todos, y muchos fueron inicialmente lanzados al mar, pero el mar acabó por devolverlos a las costas, así que se tuvo que optar por quemarlos en piras funerarias que ardieron durante semanas. La situación era tan desesperante que las propias autoridades repartieron whisky entre las cuadrillas de trabajadores, que se veían en la situación de tener que tirar al fuego los cuerpos de sus mujeres e hijos.



1969, Huracán Camille


      El Huracán Camille es, junto con los huracanes Galveston y Katrina, el huracán más intenso que han visto los Estados Unidos. Alcanzó una velocidad sostenida de 320 km/h y una presión atmosférica de 905 milibares. Azotó Mississippi, Luisiana, en agosto de 1969 y alcanzó la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson. Causó daños catastróficos al impactar cerca de la desembocadura del Río Mississippi durante la noche del 17 de agosto. En total tuvo 259 víctimas mortales y causó daños por 1.420 millones de dólares.


      La tormenta se había formado el 14 de agosto y se fue intensificando muy rápidamente. Pasó bordeando la región occidental de Cuna con una fuerza de Categoría 3. En el Golfo de México cogió más fuerza y tocó tierra con una presión mínima central de 905 hPa y vientos sostenidos de 305 km/h, con una marejada ciclónica de 7,3 metros de altura. Luego se extendió por la costa de Mississippi causando inundaciones y muertes tierra adentro, al pasar las montañas Apalaches de Virginia. 


       El Centro Nacional de Huracanes (National Hurricane Centre) avisó a los residentes en la Isla de Pines, al oeste de Cuba, para que se preparasen para vendales y fuertes vientos, lluvías torrenciales y subidas de marejada. La tormenta obligó finalmente a la evacuación de miles de personas a lo largo de las costas de Cuba y las islas Pines. El día 15 de agosto el huracán Camille se encontraba a 180 km de Florida, entre Apachicola y la playa del fuerte Walton. Al día siguiente se subió el nivel de alarma y miles de personas fueron evacuadas tierra adentro. Durante el 16 de agosto, el servicio meteorológico subió el nivel de alarma nuevamente pero mucha gente rehusó abandonar sus casas y no creyeron que pudiera haber inundaciones de 6 metros. En esa misma tarde se ordenó evacuar a los prisioneros de Gulfport pero nadie pudo salir de allí.



      El huracán Camille llegó a la costa con una categoría 5 causando daño y destrucción a lo largo de la Costa del Golfo de los Estados Unidos. Debido a que se movió rápidamente por la región, Camille sólo causó precipitaciones moderadas en muchas áreas. Aunque el área destruída en el condado de Harrison, Mississippi, fue de 180 km cuadrados.


      En los días posteriores al paso del huracán por Cuba, el gobierno desplegó equipos médicos en las regiones afectadas para vacunar contra la fiebre tifoidea ya que existían altos riesgos de diseminación de enfermedas debido a las inundaciones y las condiciones de humedad.


 
    En el Golfo de México, el huracán produjo olas de hasta 21 metros. El huracán Camille movió inluso el fondo del océano. Dichas circunstancias, junto con el fuerte viento y el oleaje destruyeron tres plataformas petrolíferas. Los daños de la industría petrolífera se estimaron en 100 millones de dólares. Hubo cortes de luz mientras se acercaba a línea de costa de Mississippi. La autopista 90 de los Estados Unidos se inundó. Los incendios consumieron urbanizaciones costeras, se produjeron marejadas de  7,3 metros y la destrucción fue casi completa.


 
      La respuesta tras la tormenta implicó fuerzas y organizaciones a todos los niveles. Se administró y coordinó un programa para desastres, que proveyó comida y refugio a los damnificados al día siguiente. El 19 de agosto se declararon zonas catastóficas Misisipi y Luisiana. El presidente Nixon envió 1.450 tropas regulares y 800 ingenieros de la Armada de los Estados Unidos que llevaron toneladas de comida, vehículos y transporte aéreo. Los voluntarios y el ejército se encargaron de encontrar a los supervivientes y hacerse cargo de los cadáveres. Se dictaron estrictas leyes urbanísticas durante el proceso de reconstrucción. 


      La devastación del huracán Camille inspiró la implementación de la escala de huracanes Saffir-Simpson y el nombre Camille se quitó de la lista de nombres de huracanes  que se usan cada año. Nunca se eligió un nombre para sustituirlo, pues se creó una nueva lista para las temporadas de huracanes en el Atlántico de los años 1971-1980.


1970, Ciclón Bhola en Bangladesh


      El ciclón Bhola de Bangladesh es el mayor desastre tropical del que se tiene constancia. Fue un devastador ciclón que asoló el este de Pakistán (ahora Bangladesh) y el oeste de Bengala (India), los días 12 y 13 de noviembre de 1970, aunque se formó en la Bahía de Bengala sobre el 8 de noviembre. Es el ciclón tropical registrado que más muertes  ha causado, y uno de los mayores desastres naturales de los tiempos modernos. La combinación de unos fuertes vientos de hasta 190 km/h, con una tormenta tropical, fue terrible para la zona. Al menos hubo 300.000 muertos, aunque se cree que pudieron ser más ya que según otras fuentes la cifra aumenta hasta las 500.000 víctimas mortales. Dejó en la más absoluta miseria a las regiones de Chittagong y Khulna. El Ciclón Bhola debe su nombre a una de las islas que destruyó. Al menos desaparecieron 100.000 personas y tras la catástrofe hubo una epidemia de cólera que acabó con miles de vidas. Su equivalente en la escala de huracanes Saffir-Simpson sería la categoría 3.


       El ciclón se formó sobre la Bahía de Bengala el 8 de noviembre y viajó al norte, intensificándose. El gobierno indio recibió informes desde la Bahía de Bengala que alertaban sobre un ciclón, pero debido a las malas relaciones con Pakistán, no informó a dicho gobierno. Llegó a vientos de 185 km/h el 12 de noviembre, e hizo tierra en la costa de Pakistán del Este por la noche. La mayoría de la población fue sorprendida por el ciclón ya que no hubo indicaciones por parte del sistema de alarma de tormentas que existía en el país, que no fue usado adecuadamente, lo que costó miles de vidas. Las marejadas ciclónicas entraron tierra adentro, aniquilando casas y destruyendo cultivos a lo largo de la región. Quedaron severamente afectadas Thana y Tazumuddin, con un total de víctimas mortales de más del 45% de la población, estimada en el momento en 167.000 habitantes.


      Al día siguiente de la devastación de la costa, tres barcos cañoneros y un barco hospital pakistaníes llevaron personal médico y suministros desde Chittagong a las Islas de Hatia, Sandwip y Kutubdia. En los dos días siguientes llegaron más barcos de la armada pakistaní. El presidente de Pakistán, Yahya Khan, volvió de un viaje oficial a China y recorrio el área, el 16 de noviembre. Una semana después del ciclón, el presidente Khan reconoció que su gobierno tuvo "deslices" y "errores" y que hubo una falta de comprensión de la magnitud del desastre, pero no aplazó las elecciones generales previstas para el 7 de diciembre.


      El gobierno pakistaní fue muy duramente criticado por la mala gestión de la situación de emergencia y de la  atención a la víctimas, que se consideró prácticamente nula. Esto fue determinante en los sucesos políticos que acontecieron en Bangladesh tras el ciclón. La aplastante victoria de la oposición del partido político Liga Awami, llevó a Bangladesh a independizarse de Pakistán y a proclamar la República Popular de Bangladesh en 1971, tras una guerra secesionista contra el Ejército pakistaní en la que intervinó la decisiva ayuda del gobierno de la India.


      La ayuda internacional fue decisiva para el rescate de las víctimas. La India fue uno de los primeros países que ayudaron a Pakistán, a pesar de las malas relaciones entre ambas naciones, con una ayuda económica considerable. Las autoridades pakistaníes no permitieron que la ayuda India entrará en Pakistán del Este, Bangladesh, por aire y obligó a su transporte por carretera. Los Estados Unidos, Canadá, Alemania del Este, la Unión Soviética, China y otros tantos países, enviaron ayuda logística, transporte aéreo, personal médico y suministros. El Banco Mundial calculó que la reconstrucción costaría $185 millones de la época y aportó 25 millones. Para principios de diciembre de ese mismo año, se habían alcanzado cerca de $40 millones en ayuda por parte de países, organizaciones y grupos privados de todo el mundo.


      En los años siguientes se llevaron a cabo proyectos para la prevención de los ciclones, por parte de la Liga de Sociedades de la Cruz Roja, que actualmente coordinan la Sociedad de la Media Luna Roja de Bangladesh y el propio Gobierno de Bangladesh. Se construyeron sistemas de alerta y refugios para ciclones que han sido de vital importancia en los ciclones que han azotado Bangladesh en los años posteriores.



1988, Huracán Gilbert


     El Huracán Gilbert, conocido también como huracán Gilberto, Huracán del Siglo (XX), y en Cuba como El Huracán Asesino, es otro de los huracanes registrados más devastadores que ha conocido la vertiente atlántica. Este ciclón golpeó durante 9 días el Caribe y el Golfo de México en septiembre de 1988. 


      Gilbert se formó el 8 de septiembre de 1988 cerca de las Islas de Barlovento. Se convirtió en tormenta tropical  al desplazarse sobre aguas cálidas del Caribe. Se intensificó hasta convertirse en un huracán importante el día 10 de septiembre y tocó tierra por primera vez en Jamaica, siendo ya un huracán de categoría 4 en la escala de Saffir-Simpson, con unos vientos de 240 Km/h (149 millas por hora). Mientras se alejaba de Jamaica, el huracán Gilbert se intensificó y se convirtió en huracán de categoría 5 cuando atravesaba Gran Caimán. Gilbert siguió empeorando hasta alcanzar unos vientos de 296 Km/h y una presión mínima de 888 milibares, que era la más baja registrada hasta ese momento.

   La velocidad de sus vientos sólo la supera el huracán Camille (1969) y el huracán Allen (1980) y la presión que estableció no ha bajado hasta 2005 cuando el huracán Wilma estableció un nuevo récord con 882 milibares. La segunda vez que Gilbert se posó en tierra fue en la península de Yucatán, el 14 de septiembre, como huracán de categoría 5. Provocó inundaciones en el norte de México antes de llegar a los Estados Unidos y desaparecer.

   El huracán Gilbert dejó a su paso 341 muertos, la mayoría en Mexico, y unos daños estimados para los territorios afectados de 5,5 billones de dólares de la época. En el norte de Venezuela el huracán Gilbert produjó inundaciones que mataron 5 personas. En Jamaica una ola ciclónica de casi 6 metros y las copiosas precipitaciones provocaron inundaciones tierra adentro en las que murieron 45 personas y un niño recién nacido, convirtiendo al huracán Gilbert en el peor huracán que ha asolado Jamaica desde el huracán Charlie en 1951. Las pérdidas se estimaron en 4 billones de dólares de la época. Además destrozó cultivos, edificios, casas y carreteras e incluso una avioneta que quedó hecha añicos.


      En las Islas Caimán el huracán pasó a 48 km de la zona sur con ráfagas de viento de 253 km/h el 13 de septiembre. Sin embargo la isla escapó del daño destructor del huracán, debido a que la profundidad del agua que la rodeaba no permitió que la ola ciclónica alcanzará mucha altura, quedándose en una altura de 1,5 metros. No obstante casas, cultivos, árboles y pastos quedaron en ruinas.


      En México unas 35.000 personas se quedaron sin hogar y 83 barcos se hundieron cuando el huracán Gilbert llegó a la península del Yucatán. Los daños se estimaron entre 1 y 2 billones de dólares de la época. En la región de Cancún se calculan pérdidas en turismo de 87 millones. En el nordeste de Mexico, las copiosas lluvias en Monterrey causaron inundaciones. Unas 100 personas murieron en cinco autobuses que los estaban evacuando.



       En los Estados Unidos el huracán llegó por Texas, donde hubo daños menores cuando el Gilbert tocó tierra. Se formaron tornados en el área de San Antonio y se registraron fuertes precipitaciones en Oklahoma.


       El nombre Gilbert fue retirado y reemplazado por Gordon porque los nombres de los peores huracanes se eliminan de las listas de nombres de huracanes.



1991, Ciclón de Bangladesh


      Este ciclón de Bangladesh tuvo vientos de 260 Km/h, alcanzó la categoría 5. Es el segundo en número de muertos, sólo por debajo del ciclón Bhola, la mayoría en la zona de Chittagong. La tormenta provocó una marejada ciclónica de 6 metros que entró tierra adentro, matando al menos a 138.000 personas y dejando a 10 millones de personas sin hogar.



      Un área de nubes persistentes, debido en parte al monzón, se desarrolló en una depresión tropical  el 22 de abril en la Bahía de Bengala. La velocidad del viento aumentó y la depresión se convirtió en tormenta tropical el 24 de abril, moviéndose lentamente en dirección noroeste, convirtiéndose en ciclón para el 27 de abril y creciendo en fuerza para el 28 por la presencia de aguas calientes.



    El día 29, el sistema incrementó su velocidad aún más en dirección nor-noroeste, intensificándose con una equivalencia en la escala de huracanes Saffir-Simpson de Categoría 5. Llegó rápidamente a tierra y se acabó disipando para el 30 de abril en el sudeste de Asia.


      Muchas muertes fueron por ahogamiento, con una mayor mortalidad entre niños y ancianos. Aparte de la población que fue a los refugios para ciclones construídos después del ciclón Bhola de 1970, hubo una gran mayoría que no fue avisada con tiempo o no sabían dónde podían refugiarse. Algunos que conocían que había emergencia por ciclones, rehusaron la evacuación porque no creían que la tormenta fuera tan fuerte como se pronosticaba. Pero al menos se evacuaron 2 millones de personas de las zonas donde el ciclón tuvo un mayor impactó, lo que sin duda mitigó las pérdidas humanas.



      El ciclón provocó daños estimados en 1,5 billones de dólares americanos de la época. La gran velocidad del viento y la marejada ciclónica devastaron la línea de costa. Al menos 1 millón de casas fueron destruídos y dejaron a 10 millones de personas sin hogar. Las bases navales y militares de Bangladesg quedaron muy afectadas. En el Puerto de Chittangong el ciclón levantó una grúa de 10 toneladas que impactó en el puente del río Karnaphuli, partiéndolo por la mitad. Un gran número de barcos y navíos se hundieron o se fueron a la deriva.


       Muchos países colaboraron con ayuda humanitaria. Los Estados Unidos montaron un dispositivo militar conocido como operación "Sea Angel" y enviaron 15 barcos y 2.500 personas, que provenían directamente de las operaciones llevadas a cabo en la Guerra del Golfo, con suministros de alimentos, agua, y recursos para la atención médica, convirtiéndose en uno de los mayores esfuerzos militares de ayuda humanitaria jamás llevado a cabo, en el que también participaron Reino Unido, China, Japón, India y Pakistán. Se calcula que se salvó la vida de al menos 200.000 personas.



1998, Huracán Mitch


     El huracán Mitch es el segundo huracán más mortífero de la vertiente atlántica del que se tiene constancia, con unos vientos sostenidos de 290 Km/h como velocidad máxima. Este huracán dejó tras de sí a 18.000 muertos en América Central entre el 22 de octubre y el 5 de noviembre de 1998. Sólo ha sido superado en número de muertos por el Gran Huracán de 1780. Causó unas pérdidas económicas de miles de millones de dólares.

  

     El Mitch se formó a partir de una onda tropical en el Atlántico, pronto pasó a ser depresión tropical y más tarde tormenta tropical. Fue en ese momento cuando se le asignó el nombre de Mitch. La tormenta tropical se transformó en huracán el 24 de octubre y a los 2 días ya había alcanzado la categoría 5 en la Escala Saffir-Simpson, con una presión de 905 milibares.


      El Centro Nacional de Huracanes monitoreó al huracán desde su formación en el Mar Caribe, y se pudieron evacuar 45.000 personas de las Islas de Bahía, en Honduras, preparándose un dispositivo acorde. Los gobiernos de Belice y Guatemala lanzaron una alerta roja y avisaron a los habitantes de cayos e islas para que se pusieran a salvo. Se evacuaron las zonas de las costas del Caribe, unas 100.000 personas en Honduras, 10.000 en Guatemala y 20.000 en el estado de Quintana Roo, México.



      En Honduras y Nicaragua se registraron las mayores precitaciones de la historia, causando enormes inundaciones y corrimientos de tierra que se llevaron la vida de casi 11.000 personas, y dejaron unos 8.000 desaparecidos, convirtiendo al huracán Mitch en el segundo huracán más mortífero del Atlántico. Los daños de las inundaciones se calculan en 6 mil millones de dólares. El huracán provocó olas de hasta 6,4 metros en Honduras. El daño fue tan grande que se estima que se destruyó entre el 70 y el 80% de la infraestructura del país. 



      En Nicaragua el huracán Mitch no tocó tierra pero la gran cantidad de lluvias causaron en total unas 3.800 víctimas mortales, de las que unas 2.000 se produjeron en los pueblos El Porvenir y Rolando Rodríguez debido al deslizamiento de la ladera del volcán Casita, que los dejó sepultados en el lodo. Entre 500.00 y 800.000 personas se quedaron sin hogar.


      Tras el paso por las costas de Nicaragua y Honduras, el huracán Mitch se debilitó poco a poco hasta convertirse en un huracán de categoría 2. Siguió debilitándose hasta ser de nuevo una depresión tropical mientras pasaba sobre Guatemala el 31 de octubre. Pero se organizó y volvió a convertirse en tormenta tropical estando en el sur de México, pasando primero por Mérida en la península de Yucatán, y tocando tierra por última vez a su paso por Florida.



      En el Mar Caribe las olas alcanzaron hasta 4 m de altura y las ráfagas de viento hasta 67 km/h. Muchas zonas fueron evacuadas. Se hundió un velero y sus 31 tripulantes murieron. En las Islas Caimán, en Jamaica y Panamá hubo fuertes lluvias, y viento de moderado a fuerte. Cuando el huracán Mitch llegó a Costa Rica, las copiosas precipitaciones provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra, destruyendo casas, dejando a 4.000 personas sin hogar y matando a 7 personas. En El Salvador hubo que evacuar a 500.000 personas y también se vió afectado por las inundaciones que dejaron a 59.000 sin hogar, causando 240 muertes y destrozando los cultivos y explotaciones agrarias.



      A su paso por Guatemala el huracán Mitch provocó más inundaciones que destruyeron unas 6.000 viviendas y dañaron otras 20.000 y obligaron a evacuar a 100.000 personas, causando daños en los cultivos e infraestructuras. El Mitch causó 268 víctimas mortales en Guatemala. En Belice, el huracán provocó fuertes lluvias y las inundaciones mataron a 11 personas. En México murieron 9 personas, aunque el daño no fue tan grande, hubo vientos huracanados y fuertes precipitaciones. Finalmente en Florida, el Mitch causó una marejada de unos 2 metros de altura, con ráfagas de hasta 89 km/h y una tormenta con cinco tornados, dejando muchas casas totalmente destrozadas.


      Tras el paso del devastador huracán Mitch, muchos países enviaron ayuda humanitaria y económica, en total unos 6.300 millones de dólares repartidos en toda Centroamérica. Se produjeron brotes de cólera, leptospirosis y dengue que se cobraron algunas víctimas más. Honduras, que fue el país más afectado por el huracán, recibió ayuda rápidamente desde México, unas 700 toneladas de alimentos, 11 toneladas de medicamentos, 4 aviones de rescate, equipos de rescate con perros y equipos médicos. Cuba también mandó médicos y Estados Unidos ayudó con las tropas que tenía desplazadas a Honduras y con una ayuda económica de 70 millones de dólares.



      El nombre de Mitch fue retirado en la primavera de 1999 y fue remplazado por Matthew en la Temporada de 2004. A pesar de la intensidad de este huracán los cazadores de huracanes de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de América se atrevieron a acercarse con sus aviones.

 


2005, Huracán Katrina


       El huracán Katrina asoló el sur y el centro de los Estados Unidos en agosto de 2005. El Katrina se formó sobre las Bahamas y comenzó siendo un huracán de categoría 1, tocando tierra en el norte de Miami por primera vez. Durante esta primera etapa el Katrina dejó 11 muertos y grandes inundaciones.


     A su paso por Nueva Orleans la ciudad quedó inundada en su mayoría. Tras pasar por Miami se debilitó y se convirtió en una tormenta tropical que a su paso por el Golfo de México y al mezclarse con las aguas cálidas del golfo se transformó en huracán de categoría 5, con vientos de 280 Km/h y 902 milibares de presión atmosférica.


      El 29 de agosto llegó a tierra entre Luisiana y Misisipi. Pocas horas antes de llegar a Nueva Orleans se ordenó la evacuación por parte de las autoridades ya que se preveía que fuera invadida por el agua al estar casi toda por debajo del nivel del mar. La previsión y los avisos de las autoridades públicas llegaron tarde ya que Nueva Orleans quedó prácticamente inundada y con un total de 1.836 víctimas mortales y 705 desaparecidos. Las consecuencias fueron diversas. Los sectores de la economía de Nueva Orleans se vieron afectados por culpa del Katrina, como sucedió en el caso de los casinos. También hubo problemas de salud pública debido al estancamiento y contaminación del agua y a los cadáveres. El vandalismo tomó un gran protagonismo porque la ciudad quedó abandonada y se terminaron las reservas de alimentos y de agua potable.


     Debido al huracán Katrina, quedó paralizada la producción y el refinado de petróleo en la zona, lo que provocó especulaciones sobre el precio de los carburantes, ya que en esta región se produce la mitad de la gasolina que se consume en Estados Unidos. El huracán Katrina también fue culpable de que en Luisiana un millón de personas se quedaran sin energía eléctrica y de que en los estados de Alabama, Mississippi, Tennessee y Kentucky los afectados llegaran a un número similar. Obligó también a mucha gente a desplazarse fuera de sus hogares y a ser atendidos en casas de otras personas y hoteles. En total fueron desplazadas alrededor de 150.000 personas que se repartieron entre el estado de Texas, el de Luisiana y el de Mississippi.


      El nombre de Katrina, debido a la gran devastación que provocó, fue retirado de las listas de nombres en primavera de 2006 y será sustituido por Katia en la lista que se usará en el año 2011.

     La mayor galería de fotografías sobre el huracán Katrina se puede ver en la página web del NOAA, National Oceanic and Atmospheric Administration (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) de EEUU.



2008, Ciclón Nargis


      El Ciclón Nargis fue un fuerte ciclón tropical que causó el peor desastre natural registrado en la historia de Birmania, oficialmente Unión de Myanmar. El ciclón llegó a la costa el 2 de mayo de 2008, causando una destrucción catástrofica y al menos 138.000 víctimas mortales. Solamente en el pueblo de Labutta se estima que murieron 80.000 personas, y sobre 10.000 en Bogale. Desaparecieron unas 55.000 personas. El gobierno no publicó cifras oficiales para minimizar el impacto político y es posible que la cantidad de víctimas mortales aumentará hasta 1 millón. Los daños se estimaron en 10 billones de dólares.

      Nargis se desarrolló sobre el 27 de abirl en el área central de la Bahía de Bengala. Inicialmente se movió lentamente hacia el lado noroeste. El ciclón se vió rápidamente intensificado el 29 de abril con vientos de 165 km/h el 2 de mayo llegando a alcanzar los 215 km/h y convirtiéndolo en un ciclón de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson de huracanes cogió fuerza al llegar a la costa de Birmania, pasando por la mayor ciudad, Yangon (Rangoon), y disipándose más tarde en la frontera de Birmania con Thailandia.

    Por razones políticas y las extrictas leyes militares de Birmania, el gobierno se resistió a recibir la ayuda humanitaria de los Estados Unidos, algo que fue duramente condenado por el entonces presidente George W. Bush, mientras que sí se aceptaba la ayuda de países como la India o Italia. La junta militar birmana finalmente aceptó la ayuda estadounidense. Para el 7 de mayo llegaron aviones italianos que cargaban la ayuda humanitaria de las Naciones Unidas, unas 15 toneladas de comida. Sin embargo por las razones políticas antes explicadas, otros países sufrieron retrasos y tuvieron que esperar en aeropuertos de Thailandia porque se denegaron las visas a muchos cooperantes, hasta el punto de que muchos suministros alimenticios y médicos se echaron a perder, incluso antes de que las autoridades birmanas aceptaran oficialmente la ayuda internacional  



Ciclones extratropicales


      Aunque se ha dicho que los huracanes se producen en zonas tropicales, también se dan en otros sitios, y por otras razones: por ejemplo, los llamados ciclones extratropicales, como el Xynthia, que se vivió en España, Francia y Portugal en febrero de 2010 o el Klaus, que pasó por España y Francia en enero de 2009. No han tenido la misma fuerza que las tormentas tropicales ni han causado los mismo daños, pero vamos a verlos un poco más en detalle, al menos para saber porqué en otras latitudes tampoco estamos a salvo.

      Un ciclón extratropical, o borrasca (término que seguro que nos resulta más familiar), son zonas de la atmósfera donde la presión va menguando según nos acercamos a su centro y que se alimentan de energía. Como ya sabemos, en el caso de los ciclones tropicales, esta energía provienen de las cálidas aguas oceánicas. En el caso del Xynthia, provino del encuentro de una masa de aire fría con una cálida, provocando que la presión en su centro bajara muchos milibares rápidamente. A este encuentro de dos masas de aire con distintas temperaturas se le llama ciclogénesis explosiva. Se suele utilizar el término ciclón extratropical, y no borrasca, cuando los vientos asociados superan los 120 km/h.



      En Europa no existe algo como el Centro Nacional de Huracanes que dé nombre a los huracanes, más que nada porque no son muy comunes. Aún así, el Instituto Alemán de Metereología sí tiene costumbre de ponerles nombre, y de ahí han salido Klaus o Xynthia (nombres alemanes, obviamente). En Noruega también suelen nombrar a las tormentas que llegan a sus costas, con lo que a veces se producen confusiones.

      El ciclón extratropical Klaus fue un ciclón que afectó sobre todo al norte de España y sur de Francia los días 23, 24 y 25 de enero de 2009. Se desplazó de oeste a este, desde las islas Azores hasta el Golfo de Génova pasando por el mar Cantábrico. Provocó vientos de más de 150 km/h y olas de hasta 26 metros. Se formó por una ciclogénesis explosiva, generando fuertes vientos y abundantes precipitaciones. El número de víctimas mortales ascendió a 31, 12 de ellas en España. 


     El ciclón extratopical Xynthia, o Cinthia, azotó el oeste de Europa entre el 26 y el 28 de febrero de 2010 y se originó en el Atlántico por una ciclogénesis explosiva. Cuando los servicios metereológicos empezaron a dar la alerta, los medios de comunicación españoles hablaron de la "tormenta perfecta", lo que es incorrecto. El término proviene de la expresión inglesa "Perfect Storm", nombre de un libro y una película que describían la ciclogénesis super explosiva que se produjo entre el 24 y el 31 de octubre de 1991 en el Atlántico Norte, generando olas y vientos monstruosos y destruyendo el pesquero Andrea Gail. El Xynthia no fue así, y además las previsiones no fueron acertadas, al menos en España. En Francia causó la muerte de 51 personas, la mayoría de ellas cuando la fuerte marejada ciclónica, con olas de hasta 7 metros, destrozó el malecón de la ciudad costera de L´Aiguillon-sur-Mer. El ciclón también dejó sin electricidad a más de un millón de hogares en Francia y Portugal.

 

 

 

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